Con frecuencia las víctimas de MOBBING se culpan de lo que está ocurriendo. Incluso las personas que se mantienen al margen la mayoría de las veces justifican el acoso, o simplemente no muestran su apoyo a la víctima por miedo a ser ellos los próximos que lo sufran. Estas circunstancias refuerzan el aislamiento social del trabajador y destruyen su defensa.