Los programas de acercamiento y atención social y sanitaria con personas sin hogar surgen como un recurso intermedio entre la calle y los recursos sociales y sanitarios, justificando su pertinencia en la medida en que mejora la situación y la calidad de las intervenciones con esta población y sirve de puente entre la personas sin hogar y aquellos otros recursos especializados que faciliten la inserción social de este colectivo.