La Administración Pública, a través de sus Planes Estratégicos vigentes a lo largo de todos estos años, contemplaba únicamente la intervención con este colectivo a nivel médico y psicológico, existiendo un vacío en el ámbito social. Es por ello que Casa Oberta orientó su actividad a ofrecer una red de apoyo y acogida residencial a personas con problemática de adicciones. Los pisos de Casa Oberta se crearon, pues, con este objetivo “favorecer la inserción/reinserción socio-laboral de personas drogodependientes en situación o riesgo de exclusión social, a través de una red residencial”.