ACNUR trabaja para que aquellas personas que hayan tenido que huir en contra de su voluntad de un país donde la persona tiene razones para temer la persecución reciban asistencia y protección en un país de acogida. Actualmente, alrededor de 17.324 trabajadores de ACNUR, de los cuales aproximadamente el 90% se encuentra en el terreno, están presentes en 135 países para procurar que los derechos humanos sean respetados. El personal trabaja en diversos lugares, intentando siempre proporcionar protección y minimizar las amenazas de violencia, incluida la de naturaleza sexual, a la cual se ven expuestos muchos refugiados. Se buscan soluciones duraderas ayudando a los refugiados a regresar a sus lugares de origen si las condiciones lo permiten, intentando que se integren en los países de acogida o reasentándolos en terceros países.